En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo..
Acto de contrición (para todos los días)
Padre, contra ti solo pequé. Este es mi dolor y esta es mi vergüenza. Señor, sé cómo ser bueno con los demás. No hago daño a nadie. No me gusta causar penas. Y sin embargo, a ti y sólo a ti, sí que he causado pena. He traicionado tu amistad, y he herido tus sentimientos. "Contra ti, contra ti, solo pequé". Nadie tiene quejas contra mí, pero tú sí que las tienes, Señor. He faltado a tu ley, he desobedecido tu voluntad, te he ofendido.
"Oh Señor, crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme". Dame la alegría de tu perdón. Quiero contarles a todos la amargura de mi pecado y la bendición de tu perdón. Que pueda proclamar ante el mundo la grandeza de tu misericordia. Bendita sea tu misericordia y bendito tu amor, Padre, que me acoges aún siendo pecador. Gracias, Padre, por tu perdón. Amén
Día 1. - La fe de San Expedito
Expedito fue un buen soldado y un buen cristiano. Llevaba el uniforme del legionario romano sobre su cuerpo y la señal de la cruz sobre su frente. "El Señor derrochó su gracia en él dándole la fe y el amor a Cristo-Jesús". Aprendió muy bien la lección de Jesús: "dar a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César". Luchó por los intereses y la gloria del imperio, y aún con más ardor por los intereses y la gloria de Jesús, sintiéndose y comportándose como cristiano.
En la hora de confesar su fe dio testimonio de su fe y confesó que Jesús era su Señor y amigo, y permaneció siempre fiel a la amistad. "Doy gracias a Cristo-Jesús, Nuestro Señor, que me hizo capaz, se fio de mí".
Oración
Jesús te eligió, Expedito, como amigo y se fio de ti. Sabía bien lo que hacía. Aunque de profesión soldado, llegando de una mentalidad pagana, en un mundo con muchas debilidades, en medio de las debilidades brilló una vez más la fuerza de la fe.
Te pido, que no decaiga, ni sea vacilante mi fe.
Concédeme la totalidad de la fe. No quiero medias tintas ni ambigüedades. Quiero para mí la integridad de la Palabra, la totalidad de la revelación. Que mi fe resplandezca sin sombras. Que sea la fidelidad al Señor la que rija mi vida por siempre. Amén.
Oración final
Mi San Expedito de las causas urgentes e inmediatas,
intercede por mi junto a Nuestro Señor Jesucristo,
para que venga en mi auxilio
en esta hora de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito tu que eres el Santo guerrero.
Tu que eres el Santo de los afligidos.
Tu que eres el Santo de los desesperados.
Tu que eres el Santo de las causas urgentes,
protégeme, ayúdame, otorgándome: fuerza, coraje y serenidad.
¡Atiende mi pedido! (hacer el pedido).
Mi San Expedito,
ayúdame a superar estas horas difíciles,
protégeme de todos los que puedan perjudicarme,
protege a mi familia,
atiende mi pedido con urgencia.
Devuélveme la Paz y la tranquilidad.
Mi San Expedito!
Estaré agradecido por el resto de mi vida
y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe.
Amén
intercede por mi junto a Nuestro Señor Jesucristo,
para que venga en mi auxilio
en esta hora de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito tu que eres el Santo guerrero.
Tu que eres el Santo de los afligidos.
Tu que eres el Santo de los desesperados.
Tu que eres el Santo de las causas urgentes,
protégeme, ayúdame, otorgándome: fuerza, coraje y serenidad.
¡Atiende mi pedido! (hacer el pedido).
Mi San Expedito,
ayúdame a superar estas horas difíciles,
protégeme de todos los que puedan perjudicarme,
protege a mi familia,
atiende mi pedido con urgencia.
Devuélveme la Paz y la tranquilidad.
Mi San Expedito!
Estaré agradecido por el resto de mi vida
y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe.
Amén
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Día 2. - La fortaleza de San Expedito
En el nombre del Padre...
Acto de contrición (para todos los días)
San Expedito, en unión de otros cinco compañeros sufrió arresto, cárcel, interrogatorios. Confesó su fe en Cristo, oyó la sentencia y la condena a muerte sin desánimo. A la sentencia siguió la aplicación. Fue martirizado en fecha desconocida, en la era de las persecuciones de los cristianos.
Se le representa de pie, joven, gallardo.
Su mano derecha señala la cruz: "
¡Cristiano, no faltará la cruz;
pero la cruz termina por ser victoriosa! "
Expedito, como san Pablo, pensó: "¿Quién me apartará del amor de Cristo? ¿la aflicción? ¿la angustia? ¿la persecución? como dice la Escritura, en todo esto vencemos fácilmente por aquel que nos ha amado" (Rm.8).
Oración
Mi san Expedito, dame tu fortaleza. Hay momentos en mi vida en que me parece encontrarme al final de la vida. Y a veces sin cuento, que la desolación en mi alma. Sé lo que significa sentir angustia, desesperación, soledad, abandono. Me he sentido como abandonado, no veo claro mi camino.
Te pido que me fortalezcas en mis debilidades. Que yo oiga claro que me dice "Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto de poder nosotros alentar a los demás en cualquier lucha repartiendo el ánimo que hemos recibido de Dios." (2 Cor. l). Que no pierda nunca de vista que "Dios nos contempla, que Cristo nos mira mientras luchamos por la fe. Que es gran felicidad luchar bajo la mirada Dios y ser coronados por Cristo.
Te pido que me fortalezcas en mis debilidades. Que yo oiga claro que me dice "Él nos alienta en nuestras luchas hasta el punto de poder nosotros alentar a los demás en cualquier lucha repartiendo el ánimo que hemos recibido de Dios." (2 Cor. l). Que no pierda nunca de vista que "Dios nos contempla, que Cristo nos mira mientras luchamos por la fe. Que es gran felicidad luchar bajo la mirada Dios y ser coronados por Cristo.
Amén.
Oración final
Mi San Expedito de las causas urgentes e inmediatas,
intercede por mi junto a Nuestro Señor Jesucristo,
para que venga en mi auxilio
en esta hora de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito tu que eres el Santo guerrero.
Tu que eres el Santo de los afligidos.
Tu que eres el Santo de los desesperados.
Tu que eres el Santo de las causas urgentes,
protégeme, ayúdame, otorgándome: fuerza, coraje y serenidad.
¡Atiende mi pedido! (hacer el pedido).
Mi San Expedito,
ayúdame a superar estas horas difíciles,
protégeme de todos los que puedan perjudicarme,
protege a mi familia,
atiende mi pedido con urgencia.
Devuélveme la Paz y la tranquilidad.
Mi San Expedito!
Estaré agradecido por el resto de mi vida
y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe.
Amén.
intercede por mi junto a Nuestro Señor Jesucristo,
para que venga en mi auxilio
en esta hora de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito tu que eres el Santo guerrero.
Tu que eres el Santo de los afligidos.
Tu que eres el Santo de los desesperados.
Tu que eres el Santo de las causas urgentes,
protégeme, ayúdame, otorgándome: fuerza, coraje y serenidad.
¡Atiende mi pedido! (hacer el pedido).
Mi San Expedito,
ayúdame a superar estas horas difíciles,
protégeme de todos los que puedan perjudicarme,
protege a mi familia,
atiende mi pedido con urgencia.
Devuélveme la Paz y la tranquilidad.
Mi San Expedito!
Estaré agradecido por el resto de mi vida
y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe.
Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria
Día 3. La Protección divina
En el nombre del Padre...
Acto de contrición. (para todos los días)
Acto de contrición. (para todos los días)
Expedito abogado de los casos difíciles.
La Iglesia ha acostumbrado en todo tiempo proclamar un especial patrono de entre los santos con el fin de que nos aproveche la poderosa intercesión de nuestro celestial patrono y nos ayude con el ejemplo de su vida.
La devoción a San Expedito Mártir, no es de hoy sino que viene de lejos y así se ha vivido en muchas naciones de Europa. Su devoción se apoya en el don singular que Dios le ha concedido para acudir con rapidez en ayuda del que le invoca con fe.
"Tengamos confianza en la intercesión de los santos mártires y encomendémonos a ellos pues sus súplicas son muy eficientes ante Dios" (San Alfonso de Liguori, Victoria de los mártires).
Si acudimos a San Expedito es para que nos dé fuerzas para poderlas enfrentar las dificultades. A veces ni sabemos nosotros mismos lo que queremos o necesitamos. Pero solo con saber que estás ahí, que nos puedes ayudar, nos devuelves la tranquilidad al corazón.
La Iglesia ha acostumbrado en todo tiempo proclamar un especial patrono de entre los santos con el fin de que nos aproveche la poderosa intercesión de nuestro celestial patrono y nos ayude con el ejemplo de su vida.
La devoción a San Expedito Mártir, no es de hoy sino que viene de lejos y así se ha vivido en muchas naciones de Europa. Su devoción se apoya en el don singular que Dios le ha concedido para acudir con rapidez en ayuda del que le invoca con fe.
"Tengamos confianza en la intercesión de los santos mártires y encomendémonos a ellos pues sus súplicas son muy eficientes ante Dios" (San Alfonso de Liguori, Victoria de los mártires).
Si acudimos a San Expedito es para que nos dé fuerzas para poderlas enfrentar las dificultades. A veces ni sabemos nosotros mismos lo que queremos o necesitamos. Pero solo con saber que estás ahí, que nos puedes ayudar, nos devuelves la tranquilidad al corazón.
Oración
Mi san Expedito, devuelve a mi alma la confianza.
Necesito fuerzas, me hace falta valor para enfrentarme a la vida. Necesito una mano amiga que me salve de mis peligros y de mis dificultades de la vida. Necesito tu mano, tu visión, tu luz y tu poder.
Necesito día a día la certeza de la protección divina y la firmeza de tu brazo.
Si estás siempre a mi lado, aun los peligros de mi vida se convertirán en gozo de vivir. Si estás a mi lado, y me comunicas tu ayuda, volveré a vivir la fe y la esperanza que necesito para seguir.
Santo mártir, que también yo tenga la certeza de que gracias a tu protección "no se me acercará la desgracia... porque el Señor ha dado órdenes para que me guarden sus santos en mis caminos, y me lleven en la palma de sus manos para que mi pie no tropiece en la piedra" (sal.90).
Esta hermosa promesa me llena de consuelo. Es bello saber que los santos vigilan mis pasos para que no caiga. Que mediante tu protección Dios se me haga siempre visible como protección y amor, en mi vida.
Gracias, Señor, por el cuidado que tienes de mí. Gracias por tu ayuda y por tu amor.
Amén.
Necesito fuerzas, me hace falta valor para enfrentarme a la vida. Necesito una mano amiga que me salve de mis peligros y de mis dificultades de la vida. Necesito tu mano, tu visión, tu luz y tu poder.
Necesito día a día la certeza de la protección divina y la firmeza de tu brazo.
Si estás siempre a mi lado, aun los peligros de mi vida se convertirán en gozo de vivir. Si estás a mi lado, y me comunicas tu ayuda, volveré a vivir la fe y la esperanza que necesito para seguir.
Santo mártir, que también yo tenga la certeza de que gracias a tu protección "no se me acercará la desgracia... porque el Señor ha dado órdenes para que me guarden sus santos en mis caminos, y me lleven en la palma de sus manos para que mi pie no tropiece en la piedra" (sal.90).
Esta hermosa promesa me llena de consuelo. Es bello saber que los santos vigilan mis pasos para que no caiga. Que mediante tu protección Dios se me haga siempre visible como protección y amor, en mi vida.
Gracias, Señor, por el cuidado que tienes de mí. Gracias por tu ayuda y por tu amor.
Amén.
Oración final
Mi San Expedito de las causas urgentes e inmediatas,
intercede por mi junto a Nuestro Señor Jesucristo,
para que venga en mi auxilio
en esta hora de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito tu que eres el Santo guerrero.
Tu que eres el Santo de los afligidos.
Tu que eres el Santo de los desesperados.
Tu que eres el Santo de las causas urgentes,
protégeme, ayúdame, otorgándome: fuerza, coraje y serenidad.
¡Atiende mi pedido! (hacer el pedido).
Mi San Expedito,
ayúdame a superar estas horas difíciles,
protégeme de todos los que puedan perjudicarme,
protege a mi familia,
atiende mi pedido con urgencia.
Devuélveme la Paz y la tranquilidad.
Mi San Expedito!
Estaré agradecido por el resto de mi vida
y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe.
para que venga en mi auxilio
en esta hora de aflicción y desesperanza.
Mi San Expedito tu que eres el Santo guerrero.
Tu que eres el Santo de los afligidos.
Tu que eres el Santo de los desesperados.
Tu que eres el Santo de las causas urgentes,
protégeme, ayúdame, otorgándome: fuerza, coraje y serenidad.
¡Atiende mi pedido! (hacer el pedido).
Mi San Expedito,
ayúdame a superar estas horas difíciles,
protégeme de todos los que puedan perjudicarme,
protege a mi familia,
atiende mi pedido con urgencia.
Devuélveme la Paz y la tranquilidad.
Mi San Expedito!
Estaré agradecido por el resto de mi vida
y propagaré tu nombre a todos los que tienen Fe.
Amén.
Padre Nuestro, Ave María y Gloria